jueves, 8 de julio de 2010

LA VERDADERA DISCUSION, 82% MOVIL Y DISTRIBUCION DE RECURSOS PUBLICOS

La posibilidad de llevar la jubilación mínima a $ 1.230.- o sea el equivalente al 82 % móvil del salario mínimo vital y móvil ha generado un debate absolutamente enriquecedor.

En los últimos años se ha provocado un deterioro cada vez más pronunciado, del poder adquisitivo de los jubilados, producto de una serie de decisiones políticas que implicaron un achatamiento de la pirámide previsional y aumentos insuficientes ante el nivel de inflación.

Se incrementó el número de jubilados, otorgando el beneficio aún a aquellos que no habían realizado aportes y se ajustó muy por debajo de los índices inflacionarios a aquellos que cobraban por encima de la mínima, generando una catarata de juicios que el Estado dilata eternamente para no pagar y condenando a millones de jubilados a vivir con un ingreso que está en el 35 % del monto mínimo que reclaman hoy los gremios en las negociaciones paritarias.

Mientras tanto, los fondos para pagar a los jubilados, administrados por el ANSES, financian todo tipo de actividades y realizaciones cual “cajita feliz” que sirve para todo, excepto para pagar una jubilación digna a nuestros mayores.

Con esos fondos, se financia el enorme déficit estatal a través de mantener inversiones con la compra de bonos que generan resultados inferiores a cualquier otra alternativa, se generan prestamos a empresas privadas a tasas bajísimas generando negocios privados con dinero público, se coloca ese dinero a tasas insignificantes para posibilitar financiamiento de electrodomésticos (LCDs y notebooks en muchas cuotas) para sectores de clase media y media alta, se pagan publicidades enormes del propio organismo estatal para sostener medios de comunicación insostenibles, se sostiene el “fútbol para todos” por 1.000 millones de pesos anuales, se pagan espectáculos como la gira del seleccionado de voley o eventos como los del showbol presentados por los nuevos millonarios de la Argentina -quienes administran los fondos-, se posibilita que sigan existiendo subsidios absolutamente inequitativos por razones políticas, en fin… podría seguir en una lista casi interminable.

Pareciera absolutamente necesario, que definitivamente nos demos un debate serio y racional, sobre cómo se deben utilizar los fondos públicos y con qué tipo de controles, en nuestro País.

Estamos frente a un nivel de concentración de los recursos públicos que no registra antecedentes en la historia argentina. Setenta y cinco por ciento del total concentrado en el nivel central del gobierno, lo que ha generado la cuasi desaparición del federalismo fiscal y por ende político, generando el sojuzgamiento de todos los otros niveles del estado a través de un silencio cómplice o exigido, de Gobernadores e Intendentes.

Bienvenido el debate en el Congreso Nacional, para beneficio de nuestros jubilados, pero también para que se transparente definitivamente la utilización de los fondos públicos.

Carlos Alberto Fernández
Senador Provincial
Vicepresidente Bloque UCR